¿Los jóvenes de
hoy son unos mal hablados?
Durante los
últimos años, un tema que se ha vuelto muy importante en la sociedad y más en
los jóvenes es el lenguaje utilizado en el día a día. Las clases de lenguaje
que comúnmente se conocen de alguna forma mutaron y ahora con la tecnología es más fácil que un nuevo significado se viralice y se empiece a
usar naturalmente. Hablando del lenguaje popularmente usado por los jóvenes, se
suele utilizar un sinfín de palabras que están socialmente aceptadas y se
empiezan a establecer por moda como parce (amigo), algunas palabras que tienen
varios significados como chimba (una situación que es agradable, una mujer
bonita, entre otras), Nea (en Bogotá es alguien ñero, mientras que en Medellín es un amigo) entre
otros ejemplos que sirven para expresar emociones, sentimientos o simplemente
referirse a algo o alguien
Ahora, es
válido contextualizar un poco del porqué de estas diferencias entre el habla
juvenil y el de las generaciones pasadas, ¿a qué se debe el nuevo uso del
lenguaje? Algunos de los aspectos que se pueden destacar del contraste que se
genera, puede ser la educación recibida, o diferencias económicas, salir a la
calle y escuchar a un par de jóvenes hablar de una forma en particular está
bastante normalizado en la sociedad actual. Obviamente teniendo en cuenta el
sector o región en donde se encuentre, escuchar a un joven con facilidades es
muy diferente a escuchar a uno con algunas dificultades, económicamente
hablando.
Otro
aspecto válido para tener en cuenta también, es el choque cultural que hay en
el país, no es lo mismo escuchar a un 'rolo' (persona nacida en Bogotá), que a un 'paisa' (persona nacida en la región Antioqueña), existe una diferencia grandísima
en el habla de cada uno... y como este ejemplo hay muchos otros, escuchar a los
costeños también es un choque gigante, ya que en esas regiones se suelen
utilizar palabras muy diferentes a las de la cotidianidad en la capital.
Después de
analizar estos aspectos, se puede concluir que en Colombia hay un patrón que se repite
generación tras generación, usualmente todas llegan con una jerga distinta a la que
se utilizaba en la anterior. Y eso es lo bonito del lenguaje, tener esa
facilidad al momento de expresarse no la tiene cualquiera y es algo de lo que
debemos enorgullecernos antes que criticarlo. No me imagino con que palabras se
van a expresar mis hijos cuando tengan mi edad. ¡Estoy ansioso!
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